El empuje que necesito

Hola de nuevo, esta semana te quiero hablar sobre algunas situaciones que a lo largo de un buen tiempo he venido escuchando por parte de emprendedoras y emprendedores, temas que no los comparten en público, y para esta entrada del blog usaré nombres ficticios para proteger sus identidades.
Estoy seguro de que muchas personas que leen este blog van a sentirse identificados con lo que les voy a contar, desde luego los temas que trataré llevan una descripción de lo que yo creo desde mi experiencia pudo ocurrir y las maneras de como lo resolvimos o bien si la persona lo resolvió o no.

1. Apoyo
Lo primero, falta de apoyo en muchas áreas, principalmente en su núcleo familiar; uno de los casos que más resuena en mi mente es una emprendedora que le vamos a llamar Cristina.
Cristina tiene a hoy un proyecto increíble, muy rentable y con un crecimiento sostenido, cuando Cristina estuvo en mis cursos tuvimos varias sesiones en las que a final de la mentoría me decía que no lo iba a lograr porque había que dedicarle mucho tiempo a los temas financieros y al plan de negocios y que no contaba con el apoyo del esposo, era tal el nivel de estrés de Cristina que muchas de esas sesiones terminaban en llanto.
Sesión tras sesión se daba la misma situación y el proceso de apoyo continuaba, ya no le iba a dar tiempo de concluir y además los conflictos con el esposo aumentaron al nivel de tener que abandonar el proceso.

Recordemos que uno de los factores relevantes cuando se emprende es contar con el apoyo de la familia, la pareja, y todo aquel miembro de la familia que se vaya a ver impactado por dicha decisión, es muy importante la comunicación y que se haga un plan al menos en borrador de lo que se hará y cuánto tiempo durará hasta ver resultados o al menos avances y que si eso no ocurre que se podrá hacer, como por ejemplo, vamos a dar tiempo 3 años con este proyecto, si en 3 años no avanzamos lo cerramos y busco trabajo, solo por citar un ejercicio de comunicación con fechas límite.
Esto podría dar tranquilidad al entorno familiar y no generar mayores tensiones, porque ya de por si emprender tiene sus múltiples retos que a muchos estresa.
Por eso como recomendación, hablen las cosas con claridad, sin generar falsas expectativas, sin ocultar información y sin manipular, al final el apoyo que se va a necesitar depende de todas esas variables para que sea durable en el tiempo.

Para cerrar la historia de Cristina, hoy por hoy es exitosa, logró resolver sus temas familiares, pudo avanzar en su empresa y frecuentemente me escribe para contarme lo bien que le va gracias a lo aprendido y a los retos que en su momento le planteamos; yo estoy seguro de que su crecimiento seguirá.

2. Decisiones.

Cuando vemos las cosas caminando muy bien nos llegamos a sentir cómodos de cierta manera, pero cuando las cosas comienzan a ir mal pueden pasar dos cosas, tomamos la decisión de entrarle y cambiar el rumbo o no entrarle porque no sé cómo o porque no quiero pedir ayuda o porque me da pena pedir ayuda, en cualquiera de los escenarios del no, lo más complejo es que el problema aumenta, el estrés aumenta y se continua sin tomar una decisión hasta que es muy tarde.

A la persona de esta historia vamos a llamarle Angelica; ella tenía claro lo que debía hacer, pero no lo hizo, quería hacer ciertas cosas para salir de una zona de agresión por parte de su jefe en el trabajo que tenía, pero no lo hizo, lo fue posponiendo hasta que un día la agresión fue a un nivel tan alto que le ocasionó un derrame facial, y fue en ese momento que tuvo que tomar la decisión de empezar un proyecto personal por su salud mental y emocional.

Hoy, ya casi recuperada al 100% ve las cosas desde otro punto de vista y coincide que no pudo tomar la decisión por miedo a perder su trabajo, por demorar esa decisión perdió su salud, un porcentaje importante de su movilidad facial y desde luego la despidieron.

De ahí la importancia de leer con suficiente tiempo esas pequeñas alertas que empiezan a suceder en ese trabajo, no sos correspondido, no te hablan con respeto, no te gusta lo que haces pero no tomas la decisión de decirlo o cambiarlo, no ganas lo suficiente, te explotan, te acosan, te excluyen, y tantas otras cosas que pueden estar pasando y que poco a poco van sumando una cantidad importante de situaciones por resolver que tarde o temprano van explotarte en la cara, por eso es importante tomar decisiones a tiempo sabiendo leer estas alertas.

3. Confianza

¿A quién le ha pasado que se ve en el espejo y no cree lo que ve? Incluso le dicen que es buena o bueno en algo y aún así no lo cree…
Bueno, esto puede ocurrir por creencias limitantes de un pasado no resuelto, de estos temas hay mucho que debe ser tratado por profesionales en psicología pero es un tema en el que no me voy a detener, pero si voy a dar mi opinión como Coach de Negocios y que si se trabaja al lado de la persona y le hacemos ver las oportunidades que tiene, poco a poco se irá dando cuenta de todo lo que es capaz y esa confianza va apareciendo, incluso se va notando en el hablar y caminar, porque el lenguaje corporal nos dice cuando hay o no confianza, y en mucho de esto tenemos la responsabilidad de actuar.

En este caso que les voy a compartir le vamos a llamar Enrique, una persona con múltiples habilidades, pero con muchos miedos, y además con una tendencia a sostener sistemas.
Este caso es muy particular porque Enrique no es un emprendedor, o al menos no hasta hoy, él es una persona que ingresa a una empresa en un puesto de medio de tiempo y con muchas ganas de quedarse, pero justamente en ese proceso de adaptación le cambian el gerente de la empresa y además se ejecutan los cierres por pandemia, un caso que ocurre en marzo del 2020, por lo que su permanencia en la empresa es incierta ya que posiblemente se cierre la posición y se deba ir a su casa.
Enrique se acerca de manera tímida a gestionar su crecimiento con este nuevo gerente, empieza a interesarse por mejorar como profesional, pero sobre todo a cerrar pendientes del pasado, dejar caer sistemas y empezar a creer más en sí mismo y sus capacidades, este es un trabajo arduo y de todos los días, porque no tardan en llegar los fantasmas del pasado a decirte que vas a volver a fallar.

El proceso de Enrique no ha sido fácil porque ha debido trabajar en su contexto familiar, de pareja, personal y profesional, en cada uno de sus roles ha tenido que actuar, tomar decisiones y fallar, cada paso en el que no logra avanzar pide apoyo y regresa a su faena, por eso esto de lo que les hablo es un proceso, no en todos los casos es un paso a paso, pero si les puedo decir que en muchos casos estos tres elementos, apoyo, decisiones y confianza son herramientas muy necesarias en nuestra caja.
Hoy en día Enrique ha logrado superar múltiples obstáculos, su confianza en sí mismo ha mejorado en gran medida, camina, habla y propone de manera muy segura, está listo para el siguiente paso en su crecimiento profesional y sabe que esa zona a la que va, va a requerir apoyo, tomar decisiones y aumentar su confianza por medio de pequeños logros que el mismo se va a ir poniendo en su hoja de ruta.

En tu caso, si llegaste hasta acá en tu lectura. ¿Estás aplicando esas 3 herramientas en tu proceso?

Estos casos que les he comentado esta semana son con un enfoque más humano y donde el miedo, la soledad y la auto traición han sido los protagonistas.

Si tenés una historia similar, escribime con esa historia con un seudónimo para que más personas te lean y puedan resolver de la manera en la que vos lo hiciste, ayudame a impactar vidas de manera positiva.

Nos vemos nuevamente en la próxima entrada de este Blog con más conversaciones interesantes y que te agreguen valor.

¡Pura Vida!

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